Conclusiones
5-Conclusiones
A partir de la segunda mitad del siglo XVII se produjeron grandes cambios geoestratégicos en toda América del Norte, pero también en el Atlántico y en el Pacífico. Estos cambios se aceleraron a lo largo del XVIII lo cual implicó que España tuviera que implementar cambios defensivos, pero también económicos y poblacionales en esas tres grandes áreas. En el Atlántico, y más concretamente en el Caribe, tuvo que reforzar su presencia, reactivar las defensas, y desarrollar estrategias defensivas –tanto militares como económicas-, algunas de ellas, como la permisividad del corso español, en el pasado habían sido miradas con recelo desde la metrópoli, en cambio con la nueva situación fueron fundamentales. En el Pacífico se tuvo que reactivar la economía de Manila y restablecer antiguas relaciones con los reinos de la zona (China, Japón, Indonesia...) pues las Filipinas continuaban siendo una plataforma defensiva –junto con las Marianas- de toda la costa oeste americana, y uno de los factores más dinámicos de la economía novohispana. Pero los cambios estructurales, defensivos y poblacionales más profundos se desarrollaron en lo que se ha denominado "el gran norte mexicano", lo que se conocería con el nombre de Provincias Internas, que abarcaba todo el septentrión, una línea –teórica que no real- que iba desde Nootka hasta Florida. Ahora bien, los fundamentos jurídicos españoles que descansaban sobre la donación papal de aquellos territorios no sólo no servían para nada, sino que ninguna potencia hegemónica de aquellos momentos le hacía el menor caso, en esa época ya estaba plenamente consolidada las teorías del derecho de Justiniano del "res nullius". Para reclamar, para obtener un territorio cabía tener una presencia efectiva sobre el mismo. De ahí los grandes cambios poblacionales y misionales que se produjeron en el XVIII y los temores que la colonización de nuevos territorios por otras potencias provocaron en la metrópoli hispana.
En esa nueva coyuntura, pues, se desarrolló un activo dinamismo para el pleno desarrollo del septentrión novohispano por parte de las autoridades. Primero fue el caso de Nuevo México y Texas, promovidos por los alumnos que surgieron de ese primer colegio de Propaganda Fide instalado en Querétaro por el franciscano mallorquín Antoni Llinás, del que posteriormente surgirían subsedes, como la de San Fernando, que formarían alumnos para desarrollar una "colonización pacífica". En Texas, Damián Massanet, también mallorquín, y alumno aventajado de Llinás, desarrolló su colonización con la fundación de nuevas ciudades, como San Antonio. Más tarde el turno le correspondería a la Alta California, en este aspecto Junípero Serra respondió con rapidez a las demandas de las autoridades cortesanas y virreinales, fundando toda una serie de misiones que supondrían la consolidación hispana en el septentrión y, especialmente, el inicio de un cambio poblacional y económico que llevaría a la ganadería norteña a uno de sus momentos álgidos.
Sin embargo, a pesar de esa gran actividad que desarrolló Junípero Serra, la gran magnitud del espacio junto con las ansias expansivas de otras potencias generaron preocupación, cambios y, sobre todo, una nueva visión de la política poblacional y defensiva. Primero habían sido los franceses desde Louisiana, después los ingleses en el Pacífico, la costa noroeste y el Caribe, más tarde las repetidas incursiones de los norteamericanos y finalmente la colonización rusa de Alaska ocasionaron reformas estructurales profundas en el diseño de la defensa de Nueva España y de las rutas marítimas que potenciaban su desarrollo económico, tanto del Caribe como del Mar del Sur. Pero toda esta situación, a la par que potenciar el poblamiento de un vasto territorio, también ocasionó cambios profundos en la ciencia, especialmente en el reconocimiento de aquellas grandes áreas geográficas de las que apenas se sabía nada y de la confección de una cartografía acorde con los nuevos tiempos y los nuevos descubrimientos que dimanaron de las grandes empresas de Bodega, Pérez o Malaspina.