Psicología, Orientación y Psiquiatría

El Equipo de Salud Mental en la República Dominicana

Dr. José Ángel Saviñón Tirado
Médico-Psiquiatra

"La psicología no construye navíos en fábricas, pero orienta a los hombres que los fabrican" (Le Bon).

Antes de entrar directamente en el tema que vamos a exponer, vamos a enfocar algunas consideraciones generales sobre el equipo de salud mental.

Si hay un país que se ha caracterizado por haber dado una gran importancia a esta área podemos decir que son los Estados Unidos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 100,000 de los 250,000 psicólogos clínicos registrados a nivel mundial ejercen en este país (1), su clasificación psiquiátrica, el DSM-IV, es la más aceptada a nivel mundial; sus hospitales poseen uno de los más altos porcentajes de interconsultas con el equipo de salud mental; concentran la mayor parte de las investigaciones que se realizan a nivel mundial y poseen el más alto desarrollo de los grupos de autoayuda, proporcionando un personal adicional de utilidad en nuestra área.

Pues bien, en este país y según el tratado de Psiquiatría más consultado a nivel mundial (Kaplan-Sadock) (2), apenas el 25% de las depresiones reciben tratamiento adecuado. Seguido nos viene la pregunta: ¿Qué porcentaje de las depresiones reciben tratamiento adecuado en nuestro país? Preferimos dejar esta pregunta sin respuesta.

Un estudio realizado por Charles Nemeroff en el Emory Hospital, de Atlanta, hecho con pacientes que se encontraban en la sala de espera de médicos no psiquiatras, arroja que un 15% de estos pacientes presentaban algún tipo de trastorno por ansiedad y un 14% cumplían criterios del DSM-III R, de alguna alteración del estado de ánimo (3). Si tomamos en cuenta que el paciente americano es un paciente que maneja más información y que conoce mejor que el nuestro hacia donde dirigirse, podemos especular que en nuestro país, si se hiciera un estudio similar, daría cifras más altas.

Según investigaciones realizadas por la OMS el desarrollo de la psicología a nivel mundial ha sido muy desigual. Los países económicamente desarrollados (Estados Unidos, Europa Occidental, Israel, Japón y Australia) registran grandes avances en este campo. Hace unos años, en la época del socialismo, estos también tenían un desarrollo muy desigual, mientras la URSS tenía menos de 1,000 psicólogos clínicos, China Continental apenas 2,000, Checoslovaquia, Hungría, Alemania del Este y Yugoslavia presentaban un mayor desarrollo de la psicología. Cuba es una excepción: en este país los psicólogos pueden decir con orgullo que han alcanzado un papel primario en el equipo de salud mental (1).

En América Latina la práctica de la psicología sólo es protegida en Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela.

Haciendo una breve historia de la conformación de los equipos de salud en la República Dominicana, podemos decir que la psiquiatría nace en nuestro país con la llegada, después de la Guerra Civil Española, de Psiquiatras exiliados del bando republicano, algunos de los cuales no sólo ejercieron en nuestro país, sino que motivaron a jóvenes médicos dominicanos de la época a salir al extranjero y volver al país graduados de Psiquiatras. Esto ocurre en la década 1940-1950 (4).

Por su lado, y a pesar de intentos previos, es hace 30 años y con la formación de los Departamentos de Psicología de la UNPHU y la UASD, que podemos decir que nace la psicología clínica como ciencia en nuestro país.

Quizás la época más conflictiva en las relaciones psicólogo-psiquiatra se presenta pocos años después, a mediado de la década de los 70. Las confrontaciones alcanzaron su más alta expresión en este período; algunos psiquiatras con concepciones muy biologistas no veían la psicología como una profesión y manifestaban incluso de manera pública un papel secundario del psicólogo en los equipos de salud o una descalificación del psicólogo como tal. Por otro lado, psicólogos conductistas muy radicales formados sobre todo en la escuela de psicología de la UASD, se planteaban concepciones tales como, que la psiquiatría era un accidente histórico, que estaba destinada a desaparecer, además de que el nombre de psicólogo clínico debería ser cambiado por el de ingeniero de conducta, etc.

Quiero aclarar en honor a la verdad histórica y como profesor en esa época de la Escuela de Psicología de la UASD que estas contradicciones se manejaron la mayoría de las veces con altura y dentro del plano académico. Posteriormente, con la inclusión de profesores con otras concepciones, esta escuela alcanza un mayor equilibrio.

Soy de los que piensa que el eclecticismo en psicología es una tendencia irreversible. Mis primeras participaciones en equipos de salud fueron a nivel de consulta privada. A nivel público con el magnífico equipo que formó el Lic. José Cruz en Casa Abierta, (1975), un proyecto digno de mejor suerte por lo que hubiera significado para el país.

Otro hecho que debe reseñarse es la llegada en 1978 del Lic. José Cruz a dirigir el Departamento de Salud Mental, de la Secretaría de Salud Pública. En esa época fueron creados departamentos de psicología en muchos hospitales (4). En el Hospital Psiquiátrico Padre Billini se nombró un selecto grupo de psicólogos bajo la dirección del Lic. Jaime Rijo que se integró a los equipos psiquiátricos que allá trabajábamos y creo que fue la época de oro de la psicología en nuestro hospital.

Aunque no en todos los hospitales donde hay psicólogos y psiquiatras se trabaja con criterios de equipo, las contradicciones del pasado están muy superadas, fruto de una mayor madurez de ambas profesiones. El hablar un lenguaje común (DSM-111 y DSM-IV) es algo que también ha facilitado este entendimiento. También hay mucho de honestidad personal, de saber hasta donde podemos llegar con un paciente y saber referir si hay alguien que puede obtener mayores resultados que nosotros con el uso de terapias que no están incluidas en nuestra formación.

Los aumentos de las tasas de divorcio, abuso de niños, delincuencia y enfermedades mentales en los centros urbanos, están requiriendo más los servicios de los psicólogos que en el pasado. Igual, otros problemas como la dependencia química y el SIDA, sólo por mencionar unos más. Muchos problemas se controlarían en las escuelas o en las empresas si se pusieran en práctica los conocimientos de psicólogos y psiquiatras en esas áreas (1). Colaborar con los programas de auto ayuda que se encuentran en pañales en nuestro medio es un deber para todos nosotros.

Creo, para finalizar que en nuestro país se hizo realidad la frase de Freud cuando dijo "dejad a los biologistas llegar tan lejos como ellos puedan y déjennos a nosotros llegar tan lejos como podamos, al final nos encontraremos".

Referencias Bibliográficas

1. Holtzman, Ivams; Kennedy, Iscoe. Psicología y Salud: Contribuciones de la Psicología al Mejoramiento de la Salud y de la Atención de la Salud. Boletín de OPS. Volumen 105, No. 3,1988.

2. Kaplan H.; Sadock, J. Compendio de Psiquiatría, 2da. Edición. Savat Editores, S.A. Pág. 249, Barcelona, 1987.

3. Nemeroff, Charles. Alternativas en el Tratamiento de la Depresión (Testimonio de notas de cátedra), San Juan, Puerto Rico, Dic., 1992.

4. Sánchez Martínez, Fernando. Psicología del Pueblo Dominicano. Pág. 112, 141, 145. Colección Salud y Sociedad No. 27, Editora UASD, RD., 1997.