XX. Conclusiones

La extensión y la profundización de la pobreza es una de las problemáticas que se debe enfrentar en la realidad actual a nivel mundial. Este panorama se combina y potencia con la alta desocupación, la precarización de los empleos y la gran cantidad de excluidos del sistema formal.

En la Argentina a raíz de la crisis que se inició en 1998 y que se profundizó en el año 2001, la mayoría de las personas de bajos recursos queda sin trabajo y comienza a buscar otros medios para sobrevivir, uno de los cuales es el acceso al crédito, que permitió la generación de microemprendimientos, desde la concepción de una nueva forma de trabajo, una nueva forma de ganar dinero. Los microempresarios forman parte de un sector heterogéneo, y con la involución producida en el mercado laboral, esta actividad pasó a ser una opción para aquellos desocupados que no encuentran un trabajo asalariado en el mercado formal.

En esta investigación, se analizó el impacto del microcrédito, como una herramienta de expansión para la reestructuración de la sociedad con respecto a la obtención de logros personales y mejoras en la calidad de vida de las beneficiarias. A partir de los testimonios brindados, se ha confirmado que la implementación de la metodología solidaria, promueve principalmente el desarrollo humano, mientras que en el aspecto económico a corto plazo sólo logra un leve incremento.

También se ha verificado que en la fase inicial del proceso de desarrollo, las instituciones microfinancieras necesitan la provisión de fondos para la financiación de créditos en la comunidad lo cual implica un alto grado de subsidio que está siendo asumido por el gobierno, ayuda de cooperación internacional y en menor medida a través de la colaboración de empresas socialmente responsables. Es necesario, reactivar las ayudas y su modo de difusión para que más instituciones microfinancieras puedan acceder a las subvenciones y por ende, poder responder a las demandas de las personas en situación de vulnerabilidad social.

Por otro lado, se ha demostrado que el microcrédito facilita los procesos de trabajo en ciertos aspectos, tales como poder efectivizar un microemprendimiento, incorporar máquinas y herramientas, entrenarse en la tarea y poder agregar valor a lo que se produce o se comercializa.

Es decir, que dicha metodología facilita la expresión y el diálogo entre las beneficiarias, teniendo como resultado el acceso a nuevas oportunidades.

También, a partir del estudio efectuado se verificó que la generación de una microempresa se fundamenta por la búsqueda desesperada por parte de los excluidos a generar ganancias de subsistencia. Por lo tanto, la microempresa se constituye en una estrategia de sobrevivencia ante una situación económica y social excluyente.

Se sostiene que en la economía de la Argentina, el microcrédito cumple un rol fundamental, debido a las altas tasas de desempleo existentes y por la crisis social y económica por la que sigue atravesando, y se presenta como una alternativa, como una nueva oportunidad que demanda un importante esfuerzo por parte de la población de bajos recursos.

La lógica de la construcción de un sistema de red apunta a la reestructuración de lazos entre grupos, proponiendo alternativas para su articulación. O sea, la red asociativa propone modos de articulación multicéntrica, permite amplios grados de autonomía de sus partes, organiza la heterogeneidad y incentiva la articulación de vínculos de solidaridad. De un modo esquemático el trabajo en red incluye. (a) compartir costos, (b) compartir información, (c) intercambiar ideas, (d) generar actividades en forma conjunta, (e) búsqueda de financiación global, (f) visibilidad mayor de sus acciones en la sociedad, (g) grupo más fuerte frente al Estado, empresas privadas y las agencias de cooperación internacional, (h) logros de mayores beneficios en la población meta e (i) transparencia en la gestión.

El establecimiento de un sistema en red permitiría fortalecer al sector microfinanciero, y se considera que se encuentra en expansión aunque es muy incipiente en el país. Por ende, el objetivo principal de la conformación de una red asociativa de microfinanzas es promoverlas más, ya que es una herramienta que ha demostrado su eficacia en contra de la exclusión.

Finalmente, se considera que es necesario seguir analizando la temática de las microfinanzas, ya que el impacto alcanzado en el país no es el esperado, numéricamente hablando, debido a lo reciente de su implementación, se hace necesario detectar las "mejores prácticas" que variarán según la población meta y al mismo tiempo, se debería reflexionar sobre las metodologías implementadas estableciendo nuevas variantes para poder alcanzar el gran objetivo de mitigar la pobreza.