III. Comprendiendo las Microfinanzas
Las microfinanzas consisten en servicios financieros dirigidos a personas de escasos recursos que se encuentran excluidas del sistema bancario comercial, donde una serie de productos como el ahorro, las transferencias, los seguros y el microcrédito (en general de pequeños montos) cuentan con una ingeniería financiera específica.
Las microfinanzas han dado origen a una serie de organizaciones especializadas que atienden con diferentes ofertas financieras a pequeñas empresas y microemprendedores, fundamentalmente de la población de bajos ingresos (3).
El sector de las microfinanzas en la Provincia de Buenos Aires es llevado a cabo por una variedad de instituciones. Componen este sector: Organizaciones de la Sociedad Civil, Fundaciones, Cooperativas de Crédito y Ahorro – Mutuales, Bancos Comunales e Instituciones Públicas desde el Estado, a través de sus Programas Nacionales, Provinciales y Municipales.
Es posible distinguir a las instituciones microfinancieras desde dos perspectivas: financieras o sociales, establecido en sus objetivos y planes de acción. En el primer enfoque, las instituciones son planteadas únicamente como una alternativa financiera de microcrédito, presentan una múltiple oferta de servicios y apuntan, principalmente, al logro de la sustentabilidad y rentabilidad. Sus actividades están dirigidas a todos los niveles sociales y a diferentes tipos de empresas, grandes, medianas y pequeñas empresas, incluyendo a los microemprendedores, es decir, no están focalizadas específicamente hacia los sectores más vulnerables, si bien, ofrecen sus servicios.
En cambio, aquellas que tienen como misión un enfoque social, se dedican a aliviar la pobreza de los sectores más vulnerables. Tiene como rasgo distintivo que además de los servicios financieros incorporan los denominados servicios no financieros, ya que brindan capacitaciones referidas al microemprendimiento e incorporan actividades de educación no formal para adultos, abordan temáticas de salud, nutrición, planificación familiar, entrenamiento en gestión comercial, operaciones de matemática básica, económicas y financieras y la enseñanza en la formulación de planes de negocio, marketing, costos, etc.
Estos servicios no financieros son criterios difíciles de medir, sin embargo, su existencia en muchos casos es la razón de ser de los programas y proyectos financiados por los donantes, Empresas Socialmente Responsables y el mismo Estado.
Dentro de la literatura sobre el tema existen varios estudios (Morduch, J., 1998; Hulme D. & Mosley, P, 1996, Ledgerwood, J. 1998) que han demostrado que el microcrédito cuando incluye también este tipo de servicios puede mejorar indicadores como la escolaridad, la alimentación, la salud y los propios emprendimientos de los beneficiarios.
Desde este punto de vista, se esquematizan los servicios financieros y no financieros en la Tabla 1.1, donde se introducen los principales suministros que lo componen, empleado para clasificar las diferentes instituciones microfinancieras según prioricen uno u otro servicio:
Tabla 1
Servicios Financieros | Servicios No Financieros |
Microcrédito
| Creación de nuevos empleos |
Fuente: Elaboración propia, 2006
Una de las principales ventajas que presentan las organizaciones cuando sólo se dedican a brindar servicios financieros es que logran con mayor facilidad la sustentabilidad; siendo inverso, para las organizaciones que incluyen servicios educativos y de asesoramiento, porque les resulta difícil cubrir sus costos de funcionamiento a partir de los ingresos obtenidos. Sin embargo, está comprobado que en la mayoría de los casos cuando el microcrédito es complementado con servicios no financieros, se logra un impacto mayor desde el punto de vista del desarrollo (Bekerman, 2004).
El inconveniente de los servicios no financieros está claramente relacionado con lo económico ya que dificulta la obtención de la sustentabilidad; por generar altos costos en viáticos y debido a la necesidad de requerir un gran número de recursos humanos especializados para cubrir las diferentes tareas de entrenamiento. No obstante, como ya ha sido expuesto, la capacitación es esencial por estar dirigido a poblaciones vulnerables, permitiendo la inserción de los beneficiarios en el sistema económico, además de promover y educar para el desarrollo humano y local asociado a un perfil socioproductivo (4).
En síntesis, las microfinanzas tienen que ir más allá de la simple provisión de servicios financieros, del acceso y distribución del dinero a personas de bajos recursos, deben incluir también, los servicios no financieros. La aplicación de este tipo de servicios entrena a las personas en cómo utilizar mejor el dinero, cómo invertirlo, las incentiva para el ahorro, y al mismo tiempo, motiva el desarrollo integral humano y social.
Las microfinanzas permiten el acceso a nuevas oportunidades; es decir, que junto con la habilidad de incrementar sus ingresos, los beneficiarios deben recibir información y formación. Por lo tanto, las microfinanzas encierran cuestiones tales como aspectos operativos y organizacionales, desarrollo de liderazgo, construcción de confianza mutua, conocimientos básicos para el manejo de una microempresa, aumento de la autoestima y a partir de estos aportes, los beneficiarios ingresarán en la vida social, económica y política de su comunidad. Estos servicios no financieros, junto con los financieros, definen las características específicas de las microfinanzas y hacen que los programas microfinancieros sean valiosos para la sociedad en su conjunto.