Integración de la lombricultura en la producción de aves de traspatio en Puebla, México

S. Vargas López,*  ** A.R. García Martínez,** H. R. Palma Guarneros,*  M. Librado Pérez* 
*Colegio de Postgraduados, A.P. I-12, 72130 Col. La Libertad, Puebla, México.
**Universidad de Córdoba, Departamento de Producción Animal, Avda. Medina Azahara s/n, 14005 , Córdoba (España) 

Palabras clave: Avicultura familiar, gallinas criollas, gallinas de postura, Eisenia foetida, lombricomposta 

Resumen 

Con el propósito de mejorar la producción de las gallinas criollas, se realizó el diagnóstico del sistema de producción, se evaluó la disponibilidad de materia orgánica en la unidad familiar de producción (sustrato), la adaptación de la producción de lombriz (Eisenia foetida) a  la agricultura tradicional y la realización de dos experimentos sobre alimentación de gallinas con lombriz en Puebla, México. El 100% de los campesinos crían en promedio 15 gallinas y 11 pavos, para alimentarlos utilizan 237 kg de grano de maíz, 96 kg de trigo, 49 kg de alimento comercial y 176 kg de maleza/año; con este número de aves se obtuvo el 27% de la carne de ave y 51,5% de huevo que consume la familia durante un año. La familia dispone de  2.500 kg de estiércol y basura, la cual se composteó en 30 días, con un nivel de 45% de humedad y movimiento cada 5 días; logrando una producción de 30 g de lombriz fresca a los 90 días por cada kg de materia seca de composta. En los experimentos de alimentación no se encontró diferencia en la ganancia de peso entre las gallinas en crecimiento alimentadas con alimento comercial (91g/semana) y la alimentación complementada con lombriz (86,6 g/semana), pero si fue diferente el peso (P>0,05) en la alimentación tradicional (69,5 g/semana); los costes de alimentación se reducen en 40,6% al utilizar lombriz si se compara con la dieta de alimento comercial. Las gallinas con alimentación tradicional en postura perdieron 4,3 g/día, mientras que, con lombriz ganaron 7,1 g/día e incrementaron su producción de huevo en 66%. Con la materia orgánica disponible en la unidad de producción se producen en promedio 75 kg de lombriz fresca/año, suficiente para complementar la dieta de 30 gallinas criollas, las que producen 120 kg de huevo/año, lo que equivale al 200% más de lo que se obtiene en la producción tradicional de aves y se produjeron 1.500 kg de lombricomposta que se vendieron en el mercado regional a US$1,25/kg.

Introducción

El traspatio de la casa de las familias del campo y del medio suburbano, ha jugado un papel muy importante, para el aprovechamiento y transformación de malezas, estiércol de los animales, insectos, gusanos y subproductos agrícolas en alimentos para el consumo de la familia o en otros productos que tienen utilidad en el hogar (Rodríguez et al., 1996).

En los últimos años, por el bajo poder adquisitivo que enfrentan las familias del campo, se hace necesario

rescatar los conocimientos tradicionales utilizados en el manejo del traspatio y poder convertirlo en una fuente productora de alimentos que contribuya a buscar la autosuficiencia alimentaria familiar (Rodríguez et al., 1996; Librado, 1997). La pérdida de la autosuficiencia alimentaria de las familias fue resultado de la manera capitalista de producir y que va subutilizando, desaprovechando y finalmente destruyendo todo el potencial representado por la diversidad de los ecosistemas, y al mismo tiempo, va paulatinamente destruyendo la capacidad de abastecimiento de los productos a las comunidades y regiones enteras (Librado, 1997). Es importante señalar que, las familias campesinas tradicionalmente se han dedicado a la crianza de aves, principalmente, para la producción de carne y huevo; lamentablemente, la baja producción de las aves criollas no proporciona la cantidad de carne y huevo indispensables para la alimentación suficiente de la familia (Rejón et al., 1996; Rodríguez et al., 1996).

En los últimos años, con el auge que ha tenido la agricultura ecológica, se ha visto a la lombricultura como una herramienta importante en la transformación de los subproductos agropecuarios, la cual es  una respuesta simple y económica, ya que permite transformar el estiércol de los animales domésticos, las basuras orgánicas y los subproductos agrícolas en fertilizantes orgánicos y en proteína de origen animal (Lee, 1985; Compagnioni  y  Putzolu, 1985; Ferruzi, 1986; Martínez, 1996).

El presente trabajo pretende profundizar en el conocimiento del sistema tradicional de producción de aves de traspatio, identificar los factores limitantes de la producción e introducir a la lombricultura como alternativa en el procesamiento de los subproductos agropecuarios y fuente de alimentación en las aves de traspatio.

Materiales y metodología

El área de trabajo se localizó en las regiones de la Sierra Norte y de Valsequillo en el estado de Puebla, México. El clima de la región corresponde al templado subhúmedo con lluvias en verano, con una temperatura media anual de 16,6 °C y una precipitación de 713 mm, esta última varía su distribución entre y dentro de años. La característica común del área de trabajo fue que en ella habitan los campesinos más pobres, que tienen como actividades a la agricultura tradicional, la cría de animales domésticos y la artesanía; aunque la mayor cantidad de ingresos se obtienen por la venta de fuerza de trabajo. El uso del suelo fue 34,4% agrícola, 32,5% pecuario, 10,4% forestal y el 22,7% áreas deterioradas. La vegetación arbórea corresponde al bosque de encino (Quercus spp) asociado con matorral espinoso (Acacia sp y Prosopis sp), en las áreas de agostadero crecen especies de gramíneas y otras hierbas.

El trabajo fue dividido en dos etapas: la primera consistió en el estudio de 124 unidades de producción de los municipios de Cuyoaco, Ixtacamaxtitlán, Tzicatlacoyan y Tecali de Herrera. Para la caracterización del sistema tradicional de aves de traspatio se obtuvo información del tipo de aves en crianza, estructura de parvadas, prácticas de manejo, enfermedades, nivel productivo, comercialización y destino de la producción.

La segunda etapa consistió en realizar experimentos para integrar la lombricultura en la producción tradicional de aves de traspatio en el municipio de Tecali de Herrera, Puebla, México, los pasos metodológicos fueron: a) caracterización de la producción de subproductos agropecuarios en la unidad de producción, b) composteado de estiércol y basuras, c) preparación de la cama de siembra, d) siembra de lombriz, e) producción de lombriz y biofertilizante, f) alimentación de gallinas de postura comercial y g) alimentación de gallinas criollas.

 La elaboración de composta se realizó en un lugar  que contó con la disposición de espacio, agua  suficiente y desechos agropecuarios como lo señalan Lee (1985), Compagnioni  y  Putzolu (1985) y Ferruzi (1986); el sitio de composteo fue un terreno plano de 4 m2, se agregó una capa de cal para evitar que crecieran hongos, sobre ésta se colocó el estiércol hasta llegar a un metro de altura, se mezcló con un activador  comercial  (1 kg de activador por 500 kg de estiércol) a base de carbonatos para favorecer el proceso de compostaje; después de agregar el activador el estiércol se humedeció hasta obtener una humedad del 60 a 70%, se cubrió con plástico,  cada 5 días se revisó el contenido de humedad  y se volteó la composta para acelerar al proceso de fermentación. A los 30 días de iniciado el proceso de compostaje, el estiércol perdió los malos olores, obtuvo una textura suave y un color marrón; a este tiempo la composta tuvo las condiciones apropiadas para que las lombrices crecieran (pH de 6,5 a 7,5 y temperatura estable de 20ºC).

La preparación de la cama  para la siembra de las lombrices consistió de un cuadro de 1 m de ancho por  3 m de largo y  se colocaron tablas costeras de 30 cm de alto para evitar que se extendiera la composta; el suelo se cubrió con plástico, para evitar que la cama fuera invadida por raíces y sobre éste se colocó una capa de composta de 30cm.

La siembra de las lombrices se realizó agregando de 2.500 a 3.000 lombrices por metro cuadrado de cama, esto se realizó por la mañana, para poder observar su reacción ante el nuevo alimento y después de 24 horas se verificó que no hubiera lombrices muertas. Para proteger a las lombrices de la lluvia y del sol las camas se cubrieron con  láminas de metal u otro material disponible. El suministro de alimento nuevo se realizó cuando la cama estaba completamente invadida de lombrices jóvenes y la parte superior completamente desintegrada. Se incorporaron  capas de 30 cm  de composta nueva, si lo anterior no se hacía las lombrices emigraban en busca de nueva comida o humedad, cuando la cama se desecaba. La cosecha de lombrices se realizó de los 2 a los 3 meses después de la siembra.

Con la lombriz cosechada se llevaron a cabo dos experimentos. El primero, consistió en la alimentación durante 19 semanas de gallinas de postura (Rhode island), en tres tratamientos:  T1, alimento comercial; T2, alimentación tradicional más lombriz y T3, alimentación tradicional; la alimentación tradicional consistió en suministrar a los animales desperdicio de cocina, tortillas, maíz quebrado, salvado de trigo y alfalfa verde a libre acceso, como lo hacen los campesinos. El segundo experimento consistió en la alimentación de gallinas criollas en plena postura con y sin suplementación de lombriz. Durante el experimento se registró cada semana el peso, empezando por el peso inicial, las gallinas fueron pesadas individualmente y se obtuvieron promedios de cada tratamiento. El control de la producción de huevo sólo se realizó en las gallinas criollas.

Las aves se alojaron en corrales de 2,0 m x 1 m sobre el piso de concreto y cama de viruta de madera. El agua se suministró a voluntad usando bebederos rústicos. El alimento se suministró aparte en comederos de plástico, mientras que la lombriz viva se proporcionó con todo y composta en comederos separados. Las gallinas fueron vacunas contra Newcastle y cólera al principio del verano y del invierno.

El análisis químico de las dietas y de la lombriz, se realizó en el laboratorio de Bromatología de la Posta Zootécnica "El Salado" de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Puebla, México. Con los datos obtenidos se calcularon promedios y en el experimento de alimentación en gallinas comerciales, se realizó una comparación de medias con el paquete estadístico SAS (1985).

Resultados

En la unidad familiar de producción se encontraron diferentes especies de animales, siendo más importante la combinación de aves-equinos (28% de los productores), aves-cerdos-equinos (16% de los productores),  aves-cerdos-equinos-ovinos (12% de los productores) y otras (10% de los productores); por su presencia en la unidad de producción (100% de las familias), las aves fueron un importante componente de la ganadería familiar de la región, con promedio de 25,7 animales/familia (14,7 gallinas y 11 pavos). El sistema de producción de aves de traspatio se presenta en la Figura 1, que se caracterizó por la cría de aves en libertad, como infraestructura se utilizaba un tejaban en 82% de las unidades de producción, construido principalmente con muros de madera (70%) y techos de lámina (72%). El fenotipo de los animales fue el criollo (91,7%) y cruzados con razas mejoradas  introducidas (7,3%). Las parvadas están formadas por gallinas (5,6 animales), gallos (2,4 animales), pollos (6,7 animales), pavos adultos (5,4 animales) y pavos crías (5,6 animales).

Para la alimentación de las aves las familias utilizaron grano de maíz (84%), nixtamal (56%), masa (22%) y alimento comercial (20%), como se muestra en la Tabla 1. El maíz fue el insumo más importante para la alimentación de las aves (237 kg/año), que fue utilizado en forma de grano (172,8 kg) y el transformado en nixtamal y en masa; después del maíz le siguieron en importancia las malezas (175,7 kg/año), trigo en grano (96 kg) y alimento comercial (49 kg).

La edad a la primera postura fue de 182 días, la producción promedio de huevos por postura de 21,5 piezas para un período de postura de 42 días, el peso promedio del huevo fue de 40g, la primera incubación se realizó a los 6,5 meses de edad y se incubaron en promedio 10,2 huevos (Tabla 2).

La mortalidad de las aves fue una de las causas más importantes en la reducción del tamaño de la parvada, en promedio un productor pierde 5 animales adultos por año a causa de enfermedades, pero cuando se presentan las “pestes” la mortalidad fue de 100%. De las mortalidades presentadas en 1997 y 1998 las causas fueron por coccidiosis (39,4%), cólera (23,4%), viruela (19,8%), neumonía (15,1%) y parasitosis externas (2,2%).

La familia consumió al año un total de 88,57 kg de carne de pollo, el traspatio aportó en promedio 33,16 kg de carne y 30,6 kg de huevo, para satisfacer  la demanda total se compró pollo comercial, que fue llevado a las comunidades por introductores o vendidos en las carnicerías cercanas a las comunidades. El tipo de ave que se consumió fueron gallinas  (52,71%), pollos (21,39%), gallos (16,56%) y pavos (9,4%).

En la integración de la lombricultura para la producción de aves de traspatio, se encontró que los productores en promedio disponían de 2.500 kg de materia orgánica que se utilizó para la elaboración de composta, que sirvió como sustrato en la cría de lombriz. Por los hábitos alimenticios y reproductivos que tiene la lombriz  se logró producir 30 g de lombriz fresca/kg de materia seca de composta a los 90 días, obteniendo una producción promedio de 75 kg de lombriz fresca/año con la materia orgánica disponible en la unidad de producción. La lombriz tuvo 82,7% de humedad y 17,3% de materia seca. La fracción seca consistió de 75,95% de proteína cruda, 18,96 % de extracto etéreo, 2,54% de fibra cruda y 2,54% de cenizas.

En el experimento de alimentación de gallinas de postura comercial con lombriz,  se encontró una ganancia de peso promedio de 91 g/semana para T1, 86,6 g/semana para T2, 69,50 g/semana para T3; no encontrando diferencia significativa entre T1 y T2, pero si hubo diferencia significativa  (P<0,05) entre T1 y T3. Mientras que, las dietas que utilizan alimentación tradicional (T2, T3) no presentan diferencia significativa, pero hubo una diferencia en la ganancia de peso de 17,1g por semana, lo que significó un crecimiento mayor de las aves alimentadas con lombriz en comparación con la alimentación tradicional. El peso a las 19 semanas fue de 1,73 kg para alimento comercial (T1), 1,53 kg para alimentación tradicional más lombriz (T2), y 1,32 kg con alimentación tradicional (T3), a esta edad de las gallinas el experimento se suspendió por el retraso en el peso en T3. Los costes de alimentación para los diferentes tratamientos fueron US$1,70 para T1, US$0,99 para T2 y US$0,60 para T3;  reduciéndose los costos de producción en  40% al suplementar a las gallinas con lombriz si se comparan con la alimentación a base de alimento comercial.

En las pruebas de alimentación con gallinas criollas en plena postura se encontró que, con la alimentación tradicional se perdió 4,3 g de peso/día y las que se suplementaron con lombriz ganaron un peso de 7,1g/día y la producción de huevo se incrementó en 66% con respecto a la alimentación tradicional.

Con la materia orgánica disponible en las unidades de producción en Puebla, se produjeron al año 75 kg de lombriz fresca, la que fue suficiente para suplementar a 30 gallinas criollas las que produjeron 120 kg de huevo, lo que equivale a 200% más de lo que se produce en el sistema de traspatio tradicional actual y como subproducto se obtuvo 1.500 kg de lombricomposta que se vendió al menudeo a US$1,25/kg en la ciudad de Puebla, México.   

Discusión

La avicultura tradicional en México, forma parte de las especies de animales (gallinas y pavos) que se crían en el traspatio de las unidades de producción, en las que utilizan pocos insumos y la mano de obra para el manejo de los animales fue aportada por los miembros de la familia como lo citan Rejón et al. (1996), Rodríguez et al. (1996) y Librado (1997). El porcentaje de productores que crían aves fue superior al reportado por Rodríguez et al. (1996) que encontró que 85% crían aves. La infraestructura en la mayoría de los casos consistió de un tejaban para protegerse de la lluvia como lo citan Amachi (1986) y Rodríguez et al. (1996), aunque fue común encontrar que los animales durmieran en los árboles de los patios de las casas como lo citó Vargas et al. (1989), lo que refleja las precarias condiciones en las que se manejan las aves del traspatio.

En el tipo genético de las gallinas criollas en México ha sido estudiado por Juárez et al. (2000), que reportaron que sólo 7,2% de los animales presentaron el color de las estirpes comerciales, resultados muy similares se encontraron en el presente estudio; mientras que en el trabajo de Rejón et al. (1996) se reporta que 100% de las gallinas y pavos son criollos. El tipo genético criollo de las que predomina en el área de estudio es muy importante, ya que se mantiene un germoplasma adaptado a las condiciones ecológicas de la región y con poca influencia de sangre externa, lo cual ofrece ventajas en programas de selección de reproductores que se realicen en el futuro.

La alimentación de las gallinas y pavos a base de grano de maíz y malezas del estudio también han sido reportados por Vargas (1990); existiendo competencia por el alimento entre aves y cerdos en la unidad de producción, ya que las dos especies dependen del consumo de grano de maíz; por lo que el impulso a una de las especies significa la reducción de la otra. Sin embargo, en el estudio de Rodríguez et al. (1996) reportan que las familias utilizan como fuente principal de alimentación el alimento balanceado y en segundo lugar el grano de maíz, lo que no coincide con los resultados encontrados.    

En parámetros productivos existen muy pocos trabajos que hayan evaluado la producción de las aves de traspatio, en el trabajo de Rodríguez et al. (1996) encontraron que se alcanzó un peso de 1,4 kg a las 21 semanas, con una ganancia de peso de 10g/día y en el estudio de Amachi (1986) reportó que el peso de una gallina adulta fue de 1,2 kg, resultados similares a los encontrados en el presente trabajo. Para la producción de huevo, Rodríguez et al. (1996) reportan una producción entre 35 y 47 huevos por gallina en 24 semanas  y el Equipo Técnico (1989) menciona una postura  11 piezas/mes, resultados que no coinciden con los encontrados en el presente trabajo. Por la variabilidad en los parámetros reproductivos reportados, es necesario realizar trabajos a mayor profundidad y se pueda conocer con precisión el potencial y limitaciones de las gallinas y pavos criollos que manejan los campesinos de áreas de subsistencia.

La mortalidad de las aves criollas encontrada fue de 45,4%, mientras que en el trabajo de Rodríguez et al, (1996) reportan una mortalidad de 28,4% y como causas a la “mortandad” (21%), catarro (17%), viruela (7%), predatores (7%); mientras que, Rejón et al. (1996) señalan como causas el “catarro” (100%), pero otras veces puede ser muerte súbita (25%) o diarrea (50%). En el trabajo realizado los campesinos  señalaron a las “pestes” o “mortandad” como la causa principal de reducción de la parvada familiar de aves, que se identificaron en laboratorio que son causadas por coccidiosis, Newcastle, cólera y bronquitis. En gallinas ponedoras de razas comerciales que son llevadas a las comunidades (“paquetes”), Rodríguez et al, (1996) reportaron que  las causas de mortalidad fueron coccidiosis, infección respiratoria y marek; este tipo de aves  además de la sustitución de los tipos genéticos criollos, está siendo considerada como un importante foco de transmisión de nuevas enfermedades, por los calendarios de vacunaciones que se dan en las granjas comerciales que producen el pie de cría. Para reducir la mortalidad, como lo señaló Amachi (1986), es necesaria la implementación de campañas de vacunación en el sistema de producción de aves de traspatio.

La integración de la lombricultura en el sistema de producción de aves de traspatio estuvo motivado por el alto contenido que tiene la lombriz de proteína cruda (60-61%), extracto etéreo (7-10%) y minerales (cenizas 8-10%) como lo reportó Lee (1985), aunque en el estudio realizado se encontró un mayor contenido de proteína y extracto etéreo y un menor contenido de cenizas. También en campo existía la experiencia de que, bajo condiciones de traspatio, las gallinas consumen todo tipo de larvas y gusanos que encuentran en su continua búsqueda de alimentos, ya sea en los estiércoles de los animales o entre las malezas de los cultivos, lo que suponía que al proporcionar lombriz viva como parte de la dieta no ocasionaría problemas en las aves. 

En el experimento de alimentación de gallinas de postura comercial (Rhode island), que son muy exigentes en sus requerimientos nutricionales, no se encontró diferencia significativa para ganancia de peso en la alimentación con alimento comercial y la que fue suplementada con lombriz, existiendo la posibilidad de poder alcanzar una mejor ganancia de peso al determinar la cantidad precisa de lombriz que puedan consumir las gallinas;  cuando se revisó el trabajo de García (1978), los resultados no coincidieron, ya que este autor reportó que   el proceso para proporcionar lombriz a las gallinas en jaula era muy complicado, ya que consideraba el lavado y molido, y las gallinas que las consumieron perdieron peso, aunque este autor encontró que  hubo una disminución de los costos de producción en 10%.

Para los experimentos de alimentación en las gallinas criollas de traspatio, los datos obtenidos  tampoco  coinciden con los reportados por García (1978), ya que en este caso las gallinas suplementadas con lombriz ganaron peso y aumentaron en 66% la producción de huevo y en el testigo (alimentación tradicional) perdieron peso, lo que indica que la cantidad de huevo por postura en las gallinas criollas está influenciada por la baja calidad nutritiva de su alimentación y que es posible incrementar ésta al suplementarlas con lombriz. Durante el desarrollo del experimento no se observaron problemas, en las gallinas comerciales ni en las criollas, por suministrar la lombriz viva junto con la lombricomposta, al contrario se observó que las gallinas consumían el 20% de la composta, sobretodo la materia orgánica y piedrecillas que contenía la misma, no se presentaron problemas digestivos o respiratorios.

Al transferir la tecnología de la lombricultura a los campesinos, se encontró que esta no tiene ningún inconveniente y requiere de poca mano de obra, es barata y contribuye a impulsar el sistema tradicional de producción de aves de traspatio, pero si favorece el desarrollo de un sistema de producción semintensivo de aves, que sería el cambio de un sistema en plena libertad a la cría en corrales, lo cual favorecería el control de la producción y el manejo de los animales. Otro efecto beneficioso de la lombricultura fue que la materia orgánica, que antes del experimento era un subproducto nocivo de las pequeñas comunidades rurales, se está convirtiendo en un producto muy demandado que sirve como sustrato para la alimentación de las lombrices y se reduce la contaminación de suelos y aguas.

Conclusiones

La producción tradicional de aves de traspatio que se desarrolla en Puebla, México, es una actividad de subsistencia que utiliza gallinas y pavos criollos, con escasa infraestructura, sin manejo sanitario y con una alimentación a base de grano de maíz. Los subproductos que se producen en la unidad familiar de producción son una fuente importante de sustrato para la producción de lombriz, el proceso requiere de reducida mano de obra, uso de materiales locales y la tecnología es sencilla. La suplementación de las aves de traspatio con lombriz, es una alternativa viable para la producción de huevo y carne, que además de mejorar la alimentación de la familia, se generan ingresos adicionales por la venta de huevo, pollos y biofertilizante.

Bibliografía

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Ferruzi, C. (1986) Manual de lombricultura. Versión española. Mundi-prensa; Madrid, España (pp. 43-56).

García, G.F. (1978) Utilización de la lombriz roja (Helodrilus Foetidus) como sustrato parcial de proteína en la alimentación de gallinas ponedoras. Tesis de licenciatura. UACH; Chapingo, México. (78 p.).

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Lee, K.E. (1985) Earthworms: their ecology and relationships with soils and land use. Academy Press; Australia (pp.78-99).

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Martínez, C. (1996) Potencial de la lombricultura. Lombricultura Técnica Mexicana; México (p. 34)

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Rodríguez, B.J.C., C.E. Allaway, G.J. Wassink, J.C. Segura, T. Rivera (1996) Estudio de la avicultura de traspatio en el municipio de Dzununcán, Yucatán. Veterinaria México 27(2), 215-219.

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Vargas L., S., H. Díaz S. y R. López T. (1989) La Ganadería familiar y sus principales sistemas de producción en México. Monografía Técnico-Científica. Univ. Aut. Agraria "Antonio Narro"; Saltillo, Coah., México. 15(1),1-45.

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tabla

Tabla 1. Alimentación de las aves.

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Tipo de alimento                        % Productores                   Cantidad/año       ____________________________________________________________

Grano de maíz                                      84                            172,8 kg

Nixtamal                                              56                               93,6 kg

Masa                                                   22                             100,8 kg

Alimento comercial                               20                               49,0 kg

Trigo                                                     6                                96,0 kg

Hierba                                                   6                              175,7 kg

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Información de 124 unidades de producción.

 

Tabla 2. Parámetros productivos de las gallinas criollas

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Parámetro                                            Cantidad promedio          Rango

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Días a la primera postura                                   182,2               120-365

Tiempo de postura (días)                                     42,4                   10-90

Número de huevos por postura                             21,5                     7-45

Peso del huevo    (g)                                          40,0                     35-50

Edad a la primera incubación (meses)                   6,5                      5-13

Huevos destinados a incubación                          10,2                      6-20

Días del nacimiento al consumo                         120,0                  90-360

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Información de 124 unidades de producción.