Agricultura ecológica en el contexto de desarrollo rural
X. Neira (*), A. Cervera (**)
(*) Escola Politécnica Superior de Lugo. Campus Universitario. 27002 Lugo
(**) Estudiante 3er. Ciclo. Universidade de Santiago.Lugo
RESUMEN
La constatación del problema, mas o menos próxima del agotamiento de las reservas de energía fósil, ¿será el aldabonazo necesario para retornar a la senda de la sostenibilidad?.
Desde la aparición del concepto, hace ya una década, de desarrollo sostenible los avances de cara a esa sostenibilidad no han sido cuantiosos, sin embargo a el se hace referencia desmesuradamente, ¿cuánto hay de oportunismo en tales acciones?.
La gestión agrícola, como no podía ser de otro modo, no se escapa a esta problemática. Por tanto estimamos que es necesario afirmarnos, una vez mas, en la creencia de que la ciencia agroecológica es el bordón en el peregrinaje hacia la sostenibilidad.
INTRODUCCIÓN
En un mundo finito nada puede crecer de manera infinita.
Partiendo de esta premisa estimamos que es preciso revisar el fondo de alguno de los nuevos paradigmas del fin del milenio, cual es el desarrollo sostenible.
A cuestiones como: ¿que nivel de transformación de energía puede soportar la tierra?, ¿Cuál es la carga admisible que admitirá el planeta?, se debe comenzar a dar respuesta, respuesta práctica y urgente.
El sistema ecológico de la tierra no puede soportar cualquier nivel de transformación de la energía causado por el ser humano, la sostenibilidad también debe implicar la transformación de energía.
Existe, en general, una inquietud sobre el futuro del planeta, pero es difícil "ver claro" por la profusión y confusión de ideas.
LA COMPETENCIA POR LOS RECURSOS
Hablar de competencia por los recursos es un modo eufemístico de no querer enfrentarse el verdadero problema que va a representar el agotamiento de las reservas de energía fósil que, por cierto, parece no revestir un gran problema para la opinión pública.
Existe una impresión generalizada de que "todo está en orden" en lo referente a las reservas de petróleo (40% del consumo energético mundial).
En 1972 se publica el informe "Límites de crecimiento" por el Club de Roma. Pese a que las cifras que suministraba no eran del todo correctas, su valor estriba en que, por vez primera, se criticaban las filosofías eufóricas del crecimiento global y se comenzó a señalar la existencia de los límites de los sistemas naturales.
En 1980, encargado por el presidente Carter; aparece el estudio "Global 2000", en donde plantea ¿qué uso se debe hacer de los recursos de energía finita?. El uso de recursos finitos plantea con especial virulencia la cuestión de su distribución justa; distribución justa con respecto a la población actual, pero también con respecto a las generaciones futuras.
Hoy, el 20% de la población mundial consume el 80% del petróleo producido (injusto). No será posible corregir esto porque el petróleo se acaba. Esto, a su vez, implica que no será posible traspasar el "estilo de vida", otro de los paradigmas de estos tiempos.
La discriminación de generaciones futuras es aún más drástica. Unas pocas generaciones estamos consumiendo los recursos fósiles acumulados durante millones de años. A las generaciones futuras se les sustrae la posibilidad de "pujar" en esta "subasta".
E petróleo se agota, es posible que la constatación de tal aseveración signifique el impulso definitivo de un cambio de ideas que mantenemos sobre la energía y nuestro comportamiento.
La conclusión es que una vez agotados, en tan solo unas generaciones los recursos de energía fósil, será inevitable retornar al camino de la sostenibilidad. La sostenibilidad también debe implicar limitar la transformación de energía.
DESARROLLO SOSTENIBLE
El desarrollo sostenible crece, hace ya una década de la acuñación de este término. A juzgar por la inmensa cantidad de "papeles" que ha movido, su éxito ha sido incuestionable. En el orden práctico ni mucho menos no se ha avanzado a ese tan fuerte ritmo, cuando no se ha empeorado.
La oficialidad ha abusado del término ampliamente, el vocablo "desarrollo" contenido en el mismo ha representado una magnifica "percha" donde colgar algunos "trajes", que no han sentado del todo bien a la coqueta GAIA.
Aparecen teorías que sugieren que en base a "parches" aquí y allá, podremos seguir creciendo en esta vorágine que representa esta "sociedad de consumo" en la que nos ha tocado educarnos y vivir.
Ciencia, etimológicamente, equivale a "el saber", pero a menos que tomemos el término ciencia en sentido muy amplio, no podemos hacerlo sinónimo de "saber".
Platón distinguía rigurosamente entre el saber y la opinión, advertía que esta no es simple "no saber"; es algo situado entre la perfecta ciencia y la absoluta ignorancia.
Asirse al desarrollo sostenible para "ignorar" los temores relativos a los límites de crecimiento, reafirmando la primacía del desarrollo sobre el medio ambiente, puede constituir presunta mala fe por parte de algunos cuando no esa ignorancia, referida por Platón, por parte de otros.
En Francia, en el año 1998 se celebro un coloquio sobre ciencias y desarrollo sostenible (CNRS, 1998). En el mismo aparece un artículo titulado ¿Algunas investigaciones sobre el desarrollo sostenible?. Una revisión de indicadores. En el mismo se propone definir los "indicadores" como una tentativa pragmática para dar forma a la problemática del desarrollo sostenible, en este caso en base a unos módulos que nos permiten hacer un trabajo de "costura", de unión, de reconexión entre políticas públicas o planteamientos científicos que tienen cada vez mayor tendencia a la automatización.
Los problemas ambientales deben ser encarados por todos los agentes implicados, y no solamente por los poderes políticos y económicos, este es el concepto de democracia ambiental, en donde los indicadores deben iluminar ese, oscuro por veces, camino a seguir.
SOSTENIBILIDAD Y AGRICULTURA
Los procesos agrícolas analizados desde una amplia perspectiva constituyen la base sobre la que se asienta la nueva disciplina científica que constituye la agroecología.
La agricultura del futuro será agroecología o no será. A esta conclusión se debe llegar desde la información, el conocimiento, desde la solidaridad, el respeto, mas que desde la imposición de unas normas, posiblemente necesarias.
El objetivo final será la conservación de los recursos naturales: suelo, agua, germoplasma y Homo.
¿cómo conseguirlo?
Las vías para lograrlo han sido trazadas por diversos autores, podemos estructurarlas sintéticamente en:
Manejo racional de la energía
Cuando se realiza un balance de energía de la agricultura convencional, estableciendo la relación energía aportada al sistema/energía suministrada por el sistema, las magnitudes resultantes son verdaderamente esclarecedoras. Este balance, en algunos cultivos forzados, puede superar el valor de 100 en muchos de los casos analizados. No obstante, los cultivos así producidos son "económicamente" rentables.
Mientras este tipo de agricultura siga siendo subvencionado el avance de la agricultura ecológica se ralentizará, aunque es de esperar que desde el propio terreno agrícola como del económico (economía de recursos naturales), se continúen poniendo de manifiesto los claros argumentos antes expuestos. La información y el conocimiento serán claves en el proceso.
Preservación de recursos
Existen varias vertientes: el suelo, a escala humana este resulta un recurso no renovable. La erosión y la contaminación del mismo son el azote de nuestros tiempos; la deforestación, los incendios forestales, las malas prácticas agrícolas y, en definitiva, el mal manejo del suelo son las causas variadas de la pérdida de este recurso. Existen soluciones, pero también debe existir voluntad de adoptarlas.
Similar a lo señalado para el suelo se podría comentar de los recursos hídricos. Aún sin variar el agua que cae sobre el conjunto de la Tierra, sé está variando su distribución espacial y temporal, con las graves consecuencias que, un día sí y otro también, surgen por doquier. La agricultura de regadío es el principal factor de uso consuntivo del agua, economizar su uso y realizar una adecuada gestión y manejo deben ser prioridades inmediatas.
La energía, el ahorro debe ser, junto con la utilización de fuentes de energía renovables, una clara opción. En el campo agrícola fomentar el hábito de consumo de los productos estacionales es una práctica ineludible.
La conservación del patrimonio genético es otra tarea que nos debe ocupar seriamente, conservar especies autóctonas, agrícolas y ganaderas, ayudará a este fin.
3. Preservación salud
Uno de los autores clásicos HP Rusch hacia referencia en su magnífico libro "La fecundidad del suelo" a que el gran atributo para constatar la salud del género humano era su propia fertilidad y su fecundidad, una señal de alarma debe ser anotada cuando estas fallan generalizadamente, solamente con técnicas de trabajo ecológicas y con el hábito de consumo de productos sanos seremos capaces de regenerarla salud.
Mas prosaicamente, a través de un interés por preservar o recuperar la salud, muchas gentes llegan al mundo de lo "ecológico" con mayor o menor carga ideológica, pero lo cierto es que muchas de estas personas han posibilitado el "poder vivir" de lo ecológico a muchos, que en otra circunstancia, solo podría "entender la vida" de ese modo, aunque sin praxis.
Devolver responsabilidad a la población local
Los sistemas sociales y agroecológicos se reflejan mutuamente pues han coevolucionado juntos. Respetar, en donde aún sea posible, el conocimiento autóctono debe, junto con el conocimiento científico-tecnológico, ser capaz de materializar proyectos sustentables.
Diversificar
La uniformidad empobrece, lo ejemplificaremos con un trágico suceso, se constató en la Bretaña que después de un proceso de concentración parcelaria (malo y uniformizador), que los suicidios habían aumentado entre la población local de forma significativa. La causa, en esta ocasión, podría haber sido la pérdida de los referentes paisajísticos.
Manejo global del sistema.
El enfoque agroecológico es sistémico o expansionista, sostiene que todos los objetos, eventos y fenómenos son partes de unidades más grandes. En lugar de aislar al objeto de estudio se trata de ubicarlo dentro de un sistema mayor que lo contiene.
CONCLUSION
Será interesante pasar de la concepción de los fenómenos agroecológicos como una "interesante" forma de agricultura alternativa, si no verlos como el resultado de una cultura agrícola adaptada a condiciones físicas, bióticas y culturales propias.
El ambiente será considerado un sistema abierto, compuesto de diversos subsistemas interdependientes que configuran una realidad dinámica de complejas relaciones naturales, ecológicas, sociales, económicas y culturales.
BIBLIOGRAFIA
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GLAERS (1996) Plan de acción Latinoamericano y del Caribe sobre energización para un desarrollo rural sostenible. FAO, Roma.
Ortiz de Zárate, C. (2000) ¿Algunas investigaciones sobre el desarrollo sostenible?. Una revisión de los indicadores (traducción). En Developpement durable. METL, París. 8 pp.
Rusch, H.P. (1972) Le fécondité du sol. Le courrier du livre, París. 472 pp.
Schindler, J., W. Zittel (1999) ¿Cuántos años más durará el petróleo?. En Win Empresa 21, 4-17