Reflexión Final
Este análisis nos permite mostrar que tenemos una universidad dual. Por un lado, sectores vinculados al manejo de postgrados, investigadores e investigaciones costosos y promociones aseguradas, adaptada a la meritocratización individualista provocada por la mercantilización social. Por el otro, queda la universidad estrictamente pública, cada vez más abandonada, sin capacidad de gestionar administrativamente la complejidad inducida por su masificación, cada vez más precarizada, con menos recursos
Como resultado de lo mencionado el efecto general ha sido producir mayor inestabilidad, debilitamiento de la cultura "científica" tradicional, en términos de un creciente escepticismo sobre la demanda de universalismo, efectuada a favor de los valores de la racionalidad cognitiva.(Peter Scout 1997)
Esto nos lleva a una sola indicación, constituida en líneas de regulación tendientes a establecer mecanismos de control de calidad que garantice el mérito y la competencia mediante la subordinación de la producción del sistema educativo a demandas impuestas por el mercado de trabajo
Esta universidad cada vez más segmentada, con menos coherencia general, sigue careciendo de un sentido de inserción social democráticamente definido. La universidad pública que debe ser un espacio fundamental de desarrollo de crítica social activa, de formación de mentalidades progresivas, de debate sobre modelos técnicos y sociales, de elaboración de propuestas para resolver problemas del país, continúa en estado de adormecimiento y repliegue sin atreverse a pensarse y sin generar alternativas políticas substantivas, siendo estas cuestiones sustituidas por una simple alternancia de modelos de gestión tecnocrática o burocrática.
La universidad tiende así a sustituir los elementos colectivos por elementos de promoción individual replegándose en un individualismo metodológico, ontológico y hasta teleológico que representando la consolidación de los valores mercantiles de la competitividad individual en nuestra vida cotidiana universitaria -dada la escasez de recursos y la falta de controles democráticos y de auténtica libre concurrencia-, acaba produciendo efectos de refeudalización, tribalización y corporatización alejados de la democracia, la distribución del conocimiento y el sentido que la universidad pública debe tener como herramienta estratégica de un país independiente.
En este proceso de privatización se pretende incorporar los servicios educativos al "libre comercio" estando la educación superior en la mira de proveedores que responderían a un modelo de consumo dirigido por la demanda. En mayo de 2000 se desarrolló en Vancouver el "Mercado Mundial de la Educación" en el que se diseñó un espacio que reunió a los compradores y vendedores del servicio educativo internacionales, evento en el que tuvo una destacada participación el Banco Mundial. Los acuerdos de Libre comercio crean reglas que permiten abrir las fronteras para la inversión y el comercio en servicios. La preocupación por el rumbo que está tomando la Organización Mundial del Comercio con el GATS y el ALCA, además de la posibilidad de acuerdos similares a nivel regional llevó a adoptar en reuniones internacionales la posición de que la educación debe ser excluida de los acuerdos comerciales
Resulta paradójico que la universidad pública que se pretende democrática y autónoma acabe instalando, por deseo u obligación, formas de comportamiento mercantiles, acomodaticias y acríticas, en franca sintonía con el modelo económico que destruyó el tejido social mediante el desempleo, la precarización laboral y la exclusión.
Discutir estas políticas es reivindicar el espacio público, reconciliarse con la sociedad, recuperar uno de los objetivos principales de nuestras universidades públicas