Parte 3

Proyectos para Latinoamérica

Con IIRSA se planean corredores industriales, hidrovías y superautopistas que conectarán los rincones más recónditos de Suramérica a la economía global. Algunos de éstos atravesarán la cordillera de los Andes para conectar la cuenca amazónica (que contiene 20% del agua potable del mundo) a megapuertos a ser construidos en la costa Pacífica.

Entre los proyectos de IIRSA está la construcción de un Gran Canal que conectará los ríos Plata, Amazonas y Orinoco. "Esta hidrovía debe visualizarse como una salida directa al Caribe y hacia EUA mediante el Mississippi", dice Delgado Ramos. "Aquí es dónde podría tomar forma un escenario de 'arrastre' de bolsas súper gigantes con agua sudamericana hacia la potencia norteña (Florida)".

Otros ambiciosos proyectos hídricos de IIRSA son los del río Plata, cuya cuenca (3.1 millones de kms. cuadrados) es eje nodal de la zona productiva del Mercosur. La National Science Foundation de Estados Unidos tiene ahí montado un proyecto "multidisciplinario" para estudiar la cuenca y sus recursos. También la está observando la American Association for the Advancement of Science como parte de su proyecto de "ciencia para el desarrollo sustentable" con financiamiento de las fundaciones Ford y Rockefeller y empresas como Coca Cola, Nestle, Kellogg, IBM y Kodak. Sectores populares y progresistas en Suramérica sostienen que toda esta investigación científica va en servicio de la agenda de las transnacionales.

Es importante también mencionar el Acuífero Guaraní, ubicado entre Argentina y Brasil. Con una extensión de 1.2 millones de kilómetros cuadrados y un rendimiento de 40 a 80 kilómetros cúbicos al año, este recurso también está bajo acecho.

Los proyectos hidroeléctricos y el saqueo de nuestro oro azul y de otros recursos naturales estratégicos como la biodiversidad y el petróleo, de entrada se dificultarán si se continúan enlazando y coordinando nuestros esfuerzos", aconseja Delgado Ramos. "Abrir la posibilidad de revertirlos, depende de qué tan sólido se construye el muro social con el que se toparán los diversos proyectos en cuestión, y que sólo son posibles gracias al papel activo de una elite latinoamericana que los avala, y por si fuera poco, que los promueve y ejecuta principalmente a favor de la cúpula de poder del Norte.

La guerra de clase que las elites latinoamericanas mantienen contra nuestros pueblos es fundamental en la ejecución de proyectos tipo PPP y ALCA, pero al mismo tiempo también es la que fortalece la lucha por la conciencia social como fundamento para la construcción de una alternativa económica, social y ecológicamente armónica.

El Acuífero Guaraní

mapa(9)

¿Qué es el Acuífero Guaraní? (10) Una reserva de agua subterránea de 55 mil quilómetros cúbicos (un quilómetro cúbico equivale a un billón de litros de agua) y con capacidad de recarga de entre 160 y 250 quilómetros cúbicos por año. Según explicó Serra, sus límites en Argentina y Paraguay no se conocen con exactitud; lo que sí se sabe es que constituye la principal fuente de agua para los 15 millones de habitantes que se encuentran sobre él. Las aguas termales que Uruguay explota para el turismo también pertenecen a este acuífero.

Es el tercer reservorio de agua dulce del planeta. Pertenece a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Ocupa 1.190.000 kilómetros cuadrados, superficie mayor que la de España, Francia y Portugal juntos.

Con un alto porcentaje de población con acceso al agua potable y al saneamiento, sin sentir la escasez y parado sobre 59 mil quilómetros cuadrados de agua subterránea -parte de los 1.194.000 quilómetros cuadrados del acuífero Guaraní-, Uruguay parece vivir de espaldas al debate sobre la falta de agua en el mundo.

En toda su extensión, el Guaraní tiene algunas áreas consideradas estratégicas. Los lugares de infiltración del agua son fundamentales. Dos de ellas están en Tacuarembó y Rivera, (Uruguay) departamentos que la empresa Aguas de la Costa (subsidiaria de Suez Lyonnese des Eaux) pidió en concesión apenas llegó al país y que le fuera negada.

Pero la zona de recarga más importante es, casualidad dos, la Triple Frontera. La profesora argentina Elsa Bruzzone, secretaria del Centro de Militares para la Democracia, alertó que "la presencia del Comando Sur de Estados Unidos en la Triple Frontera, las declaraciones del Departamento de Estado y los rumores de que habría terroristas tienen un objetivo: el control del sistema acuífero Guaraní, un verdadero océano de agua potable subterráneo que tiene allí su principal punto de recarga". Bruzzone destaca otra característica: "La Organización Internacional de Energía Atómica realizó estudios isotópicos de las aguas. Son ricas en deuterio, utilizado como combustible en la astronáutica y cohetes militares; a través de las lluvias penetran en la tierra y en el acuífero uranio, torio, silicio -cuyas propiedades similares a las del titanio lo hacen apto para la industria espacial y aeronáutica".

No falta tanto para que la riqueza de una civilización se mida en litros. Hace tiempo que se viene divulgando que la escasez de agua será, en un futuro no muy lejano, motivo de guerras y su posesión, el trofeo más preciado. Aquí en el sur, en un espacio compartido por cuatro países, está la perla: el Acuífero Guaraní, conocido hasta ahora como la tercera reserva subterránea de agua dulce del mundo aunque, según las últimas estimaciones, podría ser el mayor curso de agua bajo la tierra (11). Todas las alertas, aún las más disparatadas, comienzan a dispararse. ¿Los que se están quedando sin nada vendrán por el Guaraní? ¿Pueden llegar a quitarnos el agua por la fuerza? Extendido entre las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, el Acuífero Guaraní tiene una superficie aproximada de 1.194.000 km2. El 70% le corresponde a Brasil, el 19% a la Argentina; el 6% a Paraguay y el 5% restante a Uruguay. Hasta la fecha, de todos modos, se desconoce su alcance total, al punto que se ignora cuál es el extremo occidental de la reserva en Paraguay y la Argentina, donde estiman que llega más allá de la laguna de Mar Chiquita. También son estimaciones las que entienden que el Guaraní podría llegar, por el sur, hasta los grandes lagos cordilleranos argentinos.

Sus dimensiones son fabulosas: supera en tamaño a España, Francia y Portugal juntas. Con un volumen de 55 mil kilómetros cúbicos (cada kilómetro cúbico equivale a un billón de litros de agua), y con una explotación adecuada, podría abastecer a unas 720 millones de personas con una dotación diaria de 300 litros por habitante. Hoy suena casi a una película de ciencia ficción.

"El problema no radica en que las reservas de agua sean cada vez menores sino en que su localización y calidad están cambiando" (12). Según Delgado, "por un lado hay un alto índice de contaminación del agua, mientras que por otro, está comenzando una reubicación espacial de las precipitaciones y, así, del agua dulce". Al parecer, las zonas de alta biodiversidad como la que alberga al Acuífero Guaraní verán incrementar o por lo menos conservar los índices de precipitación y, por lo tanto, esas zonas "se perfilan como estratégicas a nivel local, regional y mundial", dice Delgado.

Habría que recordar que de los 1,4 miles de millones de km3 de agua que hay en el planeta, sólo el 2,5% corresponde a agua dulce, el resto es sólo potabilizable con carísimos y complejos procesos de desalinización que muy pocos gobiernos pueden implementar. El monto de agua en el mundo se duplica cada 20 años y son muchas las variables para saber si alcanzará para calmar la sed de todos: crecimiento demográfico, uso indiscriminado en la agricultura y explotación descontrolada de cursos son algunas.

Las estadísticas dicen que el 85% del agua que se usa es acaparado por el 12% de la población. Una vez más, una torta que se reparte de manera desigual aunque en nuestro caso, la naturaleza arroja beneficios de la inequidad. El continente americano, con sólo el 12% de la población, contiene el 47% de las reservas de agua potable del mundo.

Mientras los países europeos padecen falta de agua y desesperan porque apenas 5 de sus 55 ríos no están contaminados, en Sudamérica el problema se presenta con la figura de un fantasma, el de la privatización. Aquí hay agua, se la ve, y si no se la ve es porque está bajo tierra, pero desde que los organismos internacionales determinaron que el agua puede ser una mercancía regida por las leyes de la OMC y no un derecho humano, el tránsito desde su curso a la canilla o la botella tiene color de dólar. Por eso, una fuente como el acuífero, con un volumen anual explotable de 40 a 80 km3 es un extraordinario manantial de riqueza para las empresas del rubro.

Desde noviembre de 2001, el Banco Mundial, a través del GEF (uno de sus brazos, especializado en cuestiones de medio ambiente) financia lo pertinente a investigación y a los trabajos tendientes a lograr el "desarrollo sustentable" del acuífero. Fue cuando los gobiernos que comparten el yacimiento pusieron en manos extra nacionales el estudio de los recursos del recurso, lo que, en función de las miradas más desconfiadas, es como haber servido en bandeja el tesoro. Organismos alemanes, holandeses y programas de la ONU participan del proyecto, que tiene al 2006 como fecha final de los estudios.
"Los organismos internacionales como el Banco Mundial buscan crear en la región del Guaraní una nueva región industrial y competitiva a nivel mundial, sin que les importe resguardar la conservación del acuífero ni los reales intereses de los habitantes de la región (15 millones de personas). Su único objetivo es el desarrollo industrial, lo que aumenta los riesgos de cualquier proceso de privatización", dijo desde Canadá Sara Grusky, de la ONG Water for All.

Mientras que Europa mira en términos de negocios (las más grandes empresas vinculadas a la industria del agua son europeas), EE.UU. soporta la virtual desesperación de ver que sus reservas se acaban y se ven ante un horizonte estéril y seco. Según un completísimo informe preparado por la profesora argentina Elsa Bruzzone, del CEMIDA, y basado en trabajos de los canadienses Barlow y Clark (autores del ya famoso "A la caza del oro azul"), el 40% de los ríos y los lagos de EE.UU. están contaminados, igual que acuíferos como el Ogallala, que se extiende por 8 estados desde Dakota del sur hasta Texas y que en algunas zonas ha disminuido su caudal hasta 30 metros. La sobreexplotación y el uso de agrotóxicos están terminando de matar las aguas. Al norte con Canadá y al sur con México, los cursos compartidos y las legislaciones leídas con intereses propios están derivando en conflictos cuyo tono se eleva cada año que pasa.

Sin ley, no hay defensa posible. En el documento Santa Fe IV, preparado por un influyente grupo del Partido Republicano en 2000, a fines del gobierno de Bill Clinton, se planteaban los principales elementos geo-estratégicos que seguían siendo importantes para la seguridad nacional de EE.UU. en el siglo que se avecinaba. Uno era garantizar "que los países del hemisferio no sean hostiles a nuestras preocupaciones de seguridad nacional".

En estrecho vínculo, había otro punto en el informe de los ex asesores de Reagan y Bush padre, que explica por qué es prioritario que los países que albergan al Guaraní promulguen legislaciones que lo protejan como patrimonio de esas naciones. Decía el escrito que EE.UU. debía asegurarse "que los recursos naturales del hemisferio estén disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales".

La obsesión del gobierno republicano con el terrorismo es bien conocida. Menos en cambio lo son sus preocupaciones sobre el futuro y el medio ambiente, temas en los que, en general, se han mostrado reacios a colaborar. Pero es imposible no prestarle cierta atención a cuestiones imperiosas. En febrero de 2004, alguien filtró al diario británico The Guardian un informe secreto del consejero del Pentágono Andrew Marshall, que advertía al presidente Bush de los oscuros efectos del calentamiento global en el planeta a corto plazo, entre ellos, la falta de agua potable. Allí se sugería además que EE.UU. debía prepararse para estar en condiciones de apropiarse de este recurso estratégico, allí donde esté, y cuando sea necesario.

El orden neoliberal que ha sido creado tendría que enfrentarse a una transformación profunda, ya no urgido por los movimientos sociales, sino por una realidad mucho menos negociable ni susceptible de represión político-militar: la escasez de recursos naturales, especialmente del agua (13).

Conclusión

América, con el 12% de la población mundial tiene el 47% de las reservas de agua potable del mundo. El Acuífero Guaraní en el Cono Sur del continente, tiene 1.194.000 km2 y supera en tamaño a España, Francia y Portugal juntos. Con un racionamiento adecuado, podría abastecer diariamente a 720 millones de personas.

Es el tercer reservorio de agua dulce del planeta. Pertenece a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Ocupa 1.190.000 kilómetros cuadrados, superficie mayor que la de España, Francia y Portugal juntos

Mientras los países europeos padecen falta de agua y desesperan porque apenas 5 de sus 55 ríos no están contaminados, en Sudamérica el problema se presenta con la figura de un fantasma, el de la privatización. Aquí hay agua, se la ve, y si no se la ve es porque está bajo tierra, pero desde que los organismos internacionales determinaron que el agua puede ser una mercancía regida por las leyes de la OMC y no un derecho humano, el tránsito desde su curso a la canilla o la botella tiene color de dólar. Por eso, una fuente como el acuífero, con un volumen anual explotable de 40 a 80 km3 es un extraordinario manantial de riqueza para las empresas del rubro.

La sobreexplotación y el uso de agrotóxicos están terminando de matar las aguas. El agua es uno de los botines más importantes del Area de Libre Comercio de las Américas En lugar de repensar su gula de agua y adoptar políticas de sustentabilidad y conservación, los grandes intereses estadounidenses planean apropiarse de los recursos hídricos de Canadá, Centroamérica y Suramérica mediante convenios de "libre" comercio como el ALCA, y megaproyectos de proporciones sin precedente.-

Las empresas privadas, amparadas en legislaciones internacionales, violan las normas nacionales e imponen sus criterios, en contra de la soberanía nacional y del poder adquisitivo de numerosos sectores sociales.

La organización internacional Océana, dedicada a la protección de los mares del mundo, advirtió que una de las principales amenazas que le tocará vivir a América Latina durante este nuevo siglo será la escasez de recursos naturales, especialmente del agua potable.

Bibliografía

- Bruzzone, Elsa. Docente e investigadora del CEMIDA (Centro de Militares para la Democracia). 2005.
- Center for Public Integrity, Cholera and the Age of the Water Barons, citado por Agua ¿dónde está y de quién es?; Programa Chile Sustentable; Santiago, 2004.
- O.N.U. Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo. 2003.
- Proyecto de investigación institucional de la Universidad Nacional de Misiones en: http://acuifero.unam.edu.ar
- Santa Cruz, Jorge, N. -INA . Instituto Nacional del Agua. Coordinador Nacional Proyecto Acuífero Guaraní. 2005.

Dra. Renee Isabel Mengo
Córdoba, República Argentina