Conclusión

Los diversos modelos en la evolución de las mentalidades sociales sobre la discapacidad pueden observarse con cierta sorpresa, ya que cada uno de ellos evidencia una filosofía en el abordaje del tema:

En el libro Concepciones, paradigmas y evolución de las mentalidades sobre la discapacidad  (Puig de la Bellacasa, R., 1990) se proponen tres:

- Modelo tradicional: asociado a una visión animista clásica asociada al castigo divino o la intervención del Maligno.
- Paradigma de la rehabilitación: donde prevalece la intervención médico-profesional sobre la demanda del sujeto.
- Paradigma de la autonomía personal: con el logro de una vida independiente como objetivo básico.

Por otra parte, Casado en 1991 enuncia cuatro muy bien:

- El de integración utilitaria: se acepta a los sujetos con menoscabo "con resignación providencialista o fatalista".
- El de exclusión aniquiladora: al sujeto se le encierra y oculta en el hogar.
- El de atención especializada y tecnificada: dominan los servicios y los agentes especializados sobre los usuarios.
- El de accesibilidad: basado en el principio de "normalización", donde las personas con discapacidad tienen derecho a una vida tan normal como la de los demás.

En ambos casos, los autores indican que estos modelos o formas sociales de ver la problemática de la discapacidad no son mutuamente excluyentes y conviven a lo largo del tiempo, si bien se han ido imponiendo los enfoques más progresistas.

 

Aunque de forma muy breve, es interesante observar el abanico de variantes que se han producido a lo largo de la historia sobre cómo evolucionó la visión de las personas con discapacidad.

 

No solamente a nivel de salud, curativo y rehabilitador sino también sobre el lugar que ellos fueron ocupando poco a poco en la sociedad. Y así vemos que de la muerte segura de un niño recién nacido por portar una discapacidad hasta los aportes desde diferentes lugares del quehacer público en beneficio de estas personas.

Como puede observarse, muchos han sido los papeles sociales y los conceptos que se han manejado alrededor de las personas discapacitadas en las diferentes sociedades y culturas, sin embargo en la gran mayoría de los casos, no han sido justas ni favorables e incluso la exclusión social se ha exacerbado durante algunas épocas.

Vivimos en una época en que prima, quizás la "supervivencia del más fuerte", y muy parecida a la prehistoria.

 En todas partes del mundo han surgido padres líderes, que inconformes con la realidad que les ofrecen sus países, han tenido que crear los servicios para sus hijos, al principio, solo servicios educativos, con un solo maestro y después uniéndolos con otros y con otros padres inconformes, pero siempre con un gran espíritu de lucha. 

Y ellos están construyendo la historia actual.

La Perspectiva Histórica de la Discapacidad ha ido variando desde el principio de los tiempos.

Desde el despeñamiento de los niños que nacían con una discapacidad en Esparta mucho se ha avanzado en la premisa de que “lo normal es ser diferente”.

Tal sacrificio selectivo encontró eco en la Roma Imperial y en este siglo en el nazismo y sus cámaras de gas.

Luego el cristianismo permite la evolución hacia el punto en que las personas con discapacidad son convertidos en objetos de caridad porque sufren y son pobres. Conformándose este último en el Paradigma Tradicional de la discapacidad.

Se caracteriza por el asistencialismo de beneficiencia, por la caridad. Es decir, desde esta perspectiva las personas con discapacidad no son consideradas como sujetos de iguales derechos que el resto de los ciudadanos.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los países del norte se preocupan por el futuro laboral, así como el de los tratamientos médicos de los muchos heridos de guerra.

Es en esta época que se consolida un segundo paradigma, conocido como el Paradigma de la Rehabilitación. En este modelo se llega a la conclusión que el problema de la discapacidad se localiza en el individuo (la persona con discapacidad), ya que es en su deficiencia (física, mental o sensorial) y en su falta de destreza, en donde se localiza el origen de sus dificultades.

De todos modos en nuestras sociedades actuales coexisten simultáneamente variantes y matices del modelo tradicional con variantes y matices del modelo de la rehabilitación.

A pesar de ello, el paradigma de la rehabilitación ha significado un importante paso de avance en el enfoque de la discapacidad y ha prestado y sigue prestando valiosos servicios a muchas personas.

Durante los años 60, producto de la guerra de Vietnam y la cantidad de soldados que regresan a sus hogares con una discapacidad, se presenta una nueva perspectiva, la de la lucha por reinvindicaciones y derechos, la lucha por vivir independientemente sin sentir el estigma del "perdedor" en una sociedad marcada por la competencia.

El entorno en el cual surge el mencionado movimiento de "vida indepediente" es el de la lucha de los negros por sus derechos civiles. Puig de Bellacasa señala que surge de tratar de construir su propia autonomía.

En general, este paradigma es completamente distinto: no es la deficiencia o la falta de destreza en donde reside el problema sino que este se localiza en el entorno. Es la sociedad la que no ofrece las oportunidades, la que no brinda los apoyos suficientes para que estas personas puedan desarrollarse como individuos, como personas –no objetos- con derechos y deberes.

Desde que los niños con discapacidad eran arrojados al abismo a las Olimpiadas Especiales, desde los leprosarios hasta la rehabilitación integral y el compromiso por mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad se ha recorrido un largo camino, cada paso dado ha sido un lago trayecto para estar mejor, vivir en comunidad, disfrutar de la vida en compañía de los otros.